Por qué salen manchas en los dientes y cómo las quitan los dentistas

Cada vez que nos dicen que debemos ir al dentista, al menos cuando nos recuerdan esto, nuestro cuerpo puede hasta erizarse con sólo recordar el sonido del taladro, el dolor de cada inyección o el sabor de la anestesia, sin contar las horas o días que debemos modificar nuestra dieta y costumbre alimenticia natural.
Este tipo de problemas suelen suceder cuando nos descuidamos y de ser un poco más meticulosos y perfeccionistas con nuestra dentadura, sin duda tendríamos sólo visitas de rutina a la clinica dental y con esto, una que otra limpieza bucal nada más. Por eso es tan importante acudir cada día a nuestra cita con el cepillo e hilo dental, el enjuague bucal y cada detalle que permite que cuidemos nuestros dientes.
Cuando nos descuidamos, aparecen determinadas manchas en los dientes, producto de vicios como el tabaco y el café, así como la mala higiene constante, permitiendo que las bacterias y las caries hagan una fiesta eterna en nuestra boca y tiñan la placa dental. Las manchas son las siguientes:
Superficiales: las más comunes y puedes identificarlas por su tonalidad marrón. Estas manchas aparecen como resultado de verduras o vegetales con colores muy intensos, café, tabaco, té y una higiene bucal deficiente.
Depósitos blandos: aparecen en las líneas de las encías y son producto de cepillarse pocas veces o hacerlo mal, así como de pocas o ninguna visita al dentista para las limpiezas tradicionales.
Intrínsecas: estas son las más complicadas y aparecen por patologías externas a nuestras costumbres, exceso de medicamentos (o en su defecto uno muy fuerte) y deficiencias dentales desde el nacimiento.
Sin embargo esto no es el fin de tu dentadura y podrás recuperar esa gran sonrisa para las fotos y tu futuro. Parte del trabajo de los dentistas es preservar la estética bucal y en este caso, además de la salud, la estética también forma parte del juego, por lo que atento a las siguientes opciones.
Tratamientos de dentistas para quitar manchas
Limpieza dental: es la más común. Con un proceso de limpieza profunda y muy enfática en la superficie dental, este procedimiento permite recuperar el color de los dientes, limpiar la parte trasera de los mismos y además eliminar impurezas presentes entre los dientes y en las encías.
Blanqueamiento: aunque no elimina las manchas más oscuras, este tratamiento permite deshacerse de las más visibles y comunes en tu sonrisa. Sin embargo, es sólo intensificar el color de tus dientes, mientras que la limpieza no es del todo profunda.
Carillas: una pequeña y fina placa que cubre tus dientes en la parte eterna, se encarga de eliminar manchas y problemas de suciedad en los mismos, por lo que tu sonrisa será radiante de nuevo.
Curetaje dental: aunque se centra en el sarro y en eliminar la gingivitis, también remueve gran parte del sucio presente en tu dentadura, así como liberar los espacios entre dientes para que tu aliento, color de dientes y salud bucal estén cerca de la plenitud.
Raspado y alisado radicular: el sarro no solo se ubica en las encías, ya que también puede estar en la superficie de los dientes y es ahí donde entra este proceso. Para eliminar esas manchas que cubren la cima de tus dientes, se aplican raspados leves sobre los mismos para remover la suciedad y agentes externos que generan estas manchas.
Aunque cada proceso ofrece soluciones casi inmediatas, es necesario recordar que los dentistas no son magos ni mucho menos, por lo que más allá de pagar un proceso costoso o económico en una clínica profesional, debes tener buenas costumbres bucales y entre ellas, una higiene religiosa y estricta, mantener la disciplina en tus dientes y su cuidado te permitirá sólo acudir de manera rutinaria y escuchar “Muy bien, estás haciendo un buen trabajo, sigue así”.